Buscar este blog

miércoles, 21 de noviembre de 2012

La Chica Inolvidable

Muchas veces en la vida y en el amor, las cosas no se toman con la seriedad debida. El recorrido por este mundo habla por sí mismo y nos da lecciones que, ha largo plazo entendemos, aceptamos y nos sometemos. Ya no importa nada, no tiene más valor lo que vemos sino lo que somos, y cambiar nuestra propia identidad es amor, o estupidez; en mi caso, ambas.
Me acerco, pareciera que cada paso hacia ti, mi alma se aleja un metro más, soy inerme. Me rodeó una melodía, cada pasó iba al compás, ya no existía más, amor, nadie vivía ya. Eramos los dos. Ahora comprendo que fue mi error, pues un acto de caballerosidad, un detalle de "ligue", se convirtió en maldición, una condena perpetua en la que mi mente se doblega ante la superioridad del poder de las palabras, palabras que quizá tú no hayas valorado entre tantos piropos, pero palabras que firmaban mi sentencia.
La conversación era sencilla, abusabas del momento, yo desesperado por gritar la verdad, lo que siento, te digo que eres la CHICA INOLVIDABLE; en contexto, la canción de Reik, una sonrisa de imbécil en mi rostro, tú oculta tras la computadora a kilómetros de mi. Poco a poco, te introdujiste a mi ser, mi piel toma otra forma, mis ojos ya no ven ni mi boca pronuncia palabra, mis manos actúan por ti, cada suspiro lleva tu aroma, el nervio llega a mi, me da escalofrío, me abraza el miedo y me dice "no se aman". Huye el miedo, entra la tristeza, que es combatida por aquellos mensajes que nos enviamos prácticamente eternos.
Aparece el Sol el día siguiente, pareciera que no pasó nada, despierto y veo a mi lado en la cama un corazón de peluche. Cosas inexplicables. Continúo en mi caminar diario, parece que te veo, te busco y no estás; siento una mirada penetrando por mi nuca, volteo sigilosamente, no hay nadie. Estaba como loco, saco mis manos de la bolsa y siento tu piel entre mis dedos, una excitación no erótica, sino producida en la garganta por las ganas de llorar. Volteo y no estabas.
Todo el día pareciere yo con esquizofrenia, tu cabello sutilmente sobaba mis mejillas, era viento y no estas. En todos huelo tu aroma, una escencia sin igual que me da dolor de espalda, que me acelera el corazón, un olor a bilirrubina con toque de pasión. Volteo y no estás.
Lo extraño del día no termina en un tiempo, pasan los meses, enloquezco poco a poco y pierdo neuronas, una batalla épica entre el control de mi tiempo. Te veo en el cielo, tu mirada en mi cuello, tu piel en mis manos, tu cabello en mi mejilla, tu boca exhalando palabras de amor y tus pisadas avanzando junto a las mías. Yace en aquella tierra la huella de nuestros pies juntos.
Pasaron los meses, me abraza el frío, tu novio se mofa y yo te amo, no capto el por qué de mi sentimiento, y cada vez que oigo música, el pensar en que eres INOLVIDABLE PARA MI CORAZÓN me hace comprender que estoy condenado.
Condenado a pensar en ti a cada paso, sentenciado a respirar y sentir tu aroma, a tocar tu piel, cabello y ojos con mis dedos (sin tenerte cerca) a decir poemas, a llorar a tragos amargos, a no poder pronunciar palabra porque un nudo en la garganta me sofoca. Estoy yendo al matadero como cordero, soy víctima de tu belleza, una belleza que ha sobre pasado la física, una hermosura interior que me ha hecho explotar desde dentro, y todo por que eres LA CHICA INOLVIDABLE.

No hay comentarios: