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viernes, 20 de septiembre de 2013

Desperté

Nos encontrábamos allí, como siempre, yo viendo las nubes con un deseo de hallar respuesta; entre reojo veía tu mirada, quisquilloso me fui acercando, las manos un tanto entre lazadas, el cabello era la oportuna caricia sobre nuestras caras y entre cerrando las miradas, la respiración era un Nirvana: nos acercábamos. El reloj se detuvo, un ligero giro a la cabeza, un roce de pieles inesperadas, el deseo silenciado por lo inoportuno de nuestro encuentro cuando el cosquilleo de tu boca, me enloquecía. Una mano guíandose por la caída de tu cabello, la otra, flotando sobre el cielo de tus dedos: esperar era pecado, tanto como el pensar. Sintiendo, continuaba sin dudas, el frote suave y el anhelo de tus labios me susurruaban un "te amo" que sólo podía ser interrumpido por el abrazo que deseaba dar a tu boca y en los últimos milímetros del encuentro, a punto de pactar ese beso eterno...
Una voz llamando a mi nombre me hizo abrir los ojos y voltear, darme cuenta que estabas a mi lado y no había sucedido nada, que era un sueño que tú misma habías interrumpido. Desperté

Un último recuerdo

La cascada de tu cabello sollozante en mis sueños, me impulsan las ansias de verte de nuevo, y al salir por la mañana para ver pasar la sombra de cuerpo, entra en mi la duda del deseo ¿por qué he de amarte?
Destilando lágrimas, tu sonrisa se me acerca, tu mano de algodón acaricia mi cara, en mi mente ver el cielo y estar a tu lado es paraíso, en mi cuerpo darnos la mano, creo que es destino. Caminante de recuerdos desaparezco, dejo que el aire seque el llanto de mi pasado, oigo tu voz y el nudo en la garganta penetra en mis sentimientos, para querer gritarte un TE AMO y darme cuenta que no puedo.
Sólo pienso, sólo te quiero, sólo puedo recordar tu imagen y que venga a mi mente...
Lo obscuro de tus ojos teñido por el dedo de Dios para que hiciese juego con la tez de tu cara, mientras tanto, tu cabello que libre danza adornando tu rostro, besa tu nuca donde habré de poner mi mano, aquella nariz minuciosa que bailotea cuando de pronto, es el collar de perlas que adorna tu boca el que se asoma, el que me llama: el que me enamora: Unos labios sutiles y delgados suficientes para que me de amnesia, tu barbilla ajustada con un brillo y una curva que sin duda, es la segunda más hermosa después de la de tu boca y aquellas siluetas y sencillas tan perfectas como paisaje montañoso, adornan en lo alto de tu cara el destello de tu mirada, bajo estas los párpados que me hacen soñar en cada parpadear y que al abrir, sólo he de pensar una vez más que sí es amor a primera vista.
Y es ahí, al recordar tu rostro que despierto, te veo a mi lado y callo, no comprendo, sólo sé que te quiero y he de sonreír mientras mi mente, muere por ese tuyo, último recuerdo.

Amo lo nuestro

AMO LO NUESTRO:
Soy el recuerdo más frío de primavera,
Un error infraganti en el sueño profundo,
La sonrisa de consuelo y una lágrima.
...
Soy la incomprensión de la vida,
La escritura a mano de mi última carta:
Soy día, soy fuego. Soy dolor.

Y es que ser, me es sueño; vivo y muero
Pensar me es pecado, no hacerlo me es maldición
Y siendo aire diverso, caigo: te encuentro.

Eres la eutanasia del recuerdo romántico
El sol de mayo temeroso en invierno,
Eres la felicidad hecha persona;
Simplemente eres inerme y perfecta: tú

Tú, aroma floral, mirada eterna, dedos de cristal
Duda gallarda, eres luz, calor, vida, cielo: eres Sol
Sintiendo el sueño, eres diosa y confusión.

Y en lo profundo del infierno; atormentándome lo indeciso,
Eres sueño, aire de vida: eres lo impreciso.
Soy confusión, amante maldito, secreto perdido
Ternura soy, fuerza eres, obscuridad fui, sonrisa serás

En la unión amorfa de dos corazones,
Callas el amor que grita tu mirada
Y con la sonrisa delato los llantos en mi almohada
Que se enlazan destinos, se daña el alma.

Porque sólo he de confesar en silencio con mis actos,
Que me he enamorado de lo no definido:
Y amo LO NUESTRO que no he comprendido…
AMO LO NUESTRO más de lo que me amo a mi mismo

jueves, 5 de septiembre de 2013

Busca a aquella rosa

Mirar, levantarte y tener temple de acero...
Ármate de valor y ahora mismo dile
Respétala, ámala, consiéntela y hazlo ya!
Imagínate que eres otro: un caballero

Bien, hay alguna rosa que se esconde por allí
Anda, acepta que sí es una rosa única;
Ruega por un caballero y cuida a un amigo
Reconozco que es mi honor decir que la he visto,
Entiendo su palabra y la veo como amiga
Ríe ella sin cesar, y su sonrisa alegra mi recreo.
Alma mía! que es mi amiga y puedo decirle TE QUIERO

Grita al verla y ámala como si no hubiera más vida!
Acércate a sus sentimientos y dile: AMIGA MÍA.
Ríe conmigo, lloraré a tu lado y levanta la vista
Conoce a la niña que busca en un hombre caballería
Inmigra a su corazón: aplica psicología!
Al corazón de esa dama, dale mi mensaje: MARI, AQUI ESTA TU POEMA Y TE QUIERO!

domingo, 24 de febrero de 2013

no tus besos, tus versos

Te escribo, pareciera ahora un maniático anhelando tus besos 
Te escribo, pareciera ahora un maniático anhelando tus versos, lo he comprobado.

Me he cerciorado que oír de ti, conocer tu personalidad y perderme en tus pensamientos, es más deleite que darte un beso; al final, lo tendré que olvidar, por que la vida me mostró que un caballero no tiene memoria.

Caminante de la vida soy, un trovador silencioso, un detective del alma: averiguo emociones a través de acciones, pláticas, miradas y miedos. ¿Me cuentas tu más profundo secreto? Lo he rebelado sólo con mis sueños, y es que aunque parezca enfermo, amo entender la razón de tus versos.

Me encanta conocer aquellos versos que te callas, la lírica de tus ojos, las rimas de tus labios. Todas esas palabras que callas, que nunca dices, que aseguras no conocer y yo, mi buena amiga, te prometo que las adoro leer. Aprender cada instante tus pensamientos, que te gusta leer; idealizar esos momentos mientras yo sólo pienso en por qué dices que eres mala: lo obscuro de tu alma se ve en tu mirada, esa tonalidad opaca de tus ojos, un café caoba con fondo claro.

Indago en tus pensamientos, es inútil, te sabes mi juego. Lo has logrado, ha sido capturado el cazador, simplemente es que tú que juegas con sentimientos y yo que averiguo emociones y secretos, nos complementamos. Descubrí lo obscuro de tus secretos, lo tenebroso de tu vida, esos sentimientos que escondes tras el armario; y tú simplemente me has enamorado, porque supiste voltearme el juego. Ahora que conozco lo que has ocultado, y hurtaste para mi lo más preciado, y que ambos sabemos que si no nos hemos enamorado, al menos estamos en un juego que amamos, podré confesarte que quisiera probar tus labios diciéndome aquellos versos ocultos.

Probar tus labios no con un beso, sino que repitan un poema, y es que parezco maniático anhelando tus besos. VERSOS.

sábado, 23 de febrero de 2013

Son la misma: princesa con converse

Estoy, quizá de nuevo perdido, en medio del vacío de la soledad rodeada por gente que hablan y se dicen ser tus amigos.Las lágrimas no bajan por mis mejillas sino son bombeadas por el corazón, el dolor es eterno, intransigente: muy fuerte.
Ya no capto el por qué, vivir no tiene sentido, caminar en las calles oyendo música, ver a todos y no ver nada. Extrañarte. La muerte fue cruel, arrebató de mis dedos la perfección y el verdadero amor; se llevó con  cautela a mi amada, soy viudo, soy joven: no soy nada.
Pasa el tiempo y te conozco, parece la misma reencarnada, pláticas de música, libros, halagos que nunca aceptas y sí, no falta aquel comentario "SÓLO ME FALTA UN CAFÉ PARA CHARLAR CONTIGO". ¿Cómo habrá sido posible? Mi duelo y mi luto se convirtieron en una sonrisa. Veo los mismos Converse que contrastan con unos ojos cafés claros y un cabello opaco hermoso. Lo mismo que vi en la tumba.
Escribo como loco, y es que recuerdo tu promesa de amarme "maniático", espero ella también haga ese juramento. Me ha traicionado la vida, "todos somos únicos", te encontré de nuevo, viva con otro cabello y un nombre diferente, pero tan cerca de mi.
Saludo de manera forma, te digo "doncella, princesa, dama, señorita". Eres la única que me contesta con ese lenguaje rebuscado utilizado en la antigua España: ahora también ella. Nos vemos en persona y hay una sonrisa misteriosa, sus  tenis y jeans sucios susurran a mi cautela. Por favor, no me enamores de nuevo, no con ella. Rock, literatura y miradas son nuestro trato: pero quizá no somos nosotros mismo, o quizá aparentamos no serlo.
En persona hacemos locuras, si acaso me saludas, gritas, ríes, juegas y preguntas. Sonrío, te admiro, me carcajeo, hago chistes y te burlas. Seremos lo que somos en público o lo que nos confesamos en Facebook.
Sé que no eres la misma, ella falleció, yace en la caja. Tú estás viva, robas mi corazón, pero ¿por qué tanto parecido? Sólo las dos han hecho de gavilán una paloma, un ave mensajera que lleva recados de amor y te escribe poemas.
Me he enamorado de usted princesa, sus jeans, converse, uñas pintadas, ojos claros, Rock, literatura, una sonrisa y muchas locuras.

jueves, 3 de enero de 2013


Abuelos:

Con nudo en la garganta, memorando risas, jugueteos, abrazos y problemas, les escribo hoy, sabiendo que quizá no haya un “mañana”, pero en mí,  eternamente habrá un “para siempre”. Recordando el lecho de su departamento, y el cariño que nos tenemos.
Son, prácticamente el patrimonio familiar más grande; son la juventud de mi madre, un closet lleno de recuerdos, libros de ciencia de los 70´s, peluches con mirada de olvido, la alacena llena de golosinas, los recuerdos más escondidos de mi padre, los regalos de navidad más precisos, las charlas con café de mi niñez, y todo eso, englobado en una palabra: ABUELOS.
Aquellos abuelos semilleros de buenos recuerdos, parientes con la boca llena de “te quiero”, aquellas personas que con un abrazo conocían mis secretos y aquellos amantes que usaban su sonrisa como el mejor consejo.
Canciones de Cri-Cri narrando nuestros momento, el gran Sabines también sobre ellos escribiendo; películas de Disney nos atestiguan acostados en el sofá: unas palomitas, jugo de uva, muchas risas, la capital mexicana acunado nuestras locuras, y ustedes, anhelando que yo nunca crezca.
¿Quién habría de enseñarme juegos de mesa? La cocina experimentada fue recinto de nuestra convivencia, y en su sonrisa, sólo me trasmitía amor y paciencia, de entre nuestras miradas, las travesuras e historias que me contabas, pasaban días de nuestro cariño y el reloj ya no caminaba.
También recuerdo tu llanto, doblado en dos humillado, la pequeña muriendo en aquella sala, nosotros esperando: yo recargado sobre tu espalda ¿Por qué pasa la vida? Tras su muerte, ustedes lloraban; y con un abrazo, me consolaban, viendo a mi prima yaciendo en la caja.
Usted, también con la rudeza de su alma, lo temerario y símbolo que fue en su pueblo, yo sólo lo veo entre sueños y recuerdos, y sé que en mí, está su carácter y apellido en todo momento.
Lleva el porte gallardo, es a su avanzada edad la presenca de toda una dama; sus ojos parpadeantes me observan con lástima, camina y con melancolía narra aquel rancho utópico. Tenga de seguro que su siembra, es recompensada en su descendencia.
Cierro los ojos y te pienso; eres tú, mi querido abuelo, al que quizá yo más me parezco: risas, fiesta, personalidad, música y aliento hoy de ti heredo. Eres simplemento los relatos de mi niñez, soy el retrato de tu rostro, el que envuelve orgulloso el apellido y las raíces, somos lo que tal vez, contigo en vida, nunca hubieramos sido.
“Oh bella rosa opaca! Que siendo ama de casa bendita, felicidad heredas a tu nieto, afrodita.”
Eres tú, sí, simplemente tú. La única y especial con quien en verdad debo estar agradecido, la que se ha ganado mejor que alguno otro mi “te quiero” y quien me ha trasmitido lo más valioso en mi vida: mi madre.
Te veo, las piernas ya no aguantan el correteo, las pláticas se vuelven de medicina, y tus ojos decaen como el agua de regadera. Las anécdotas se vierten nudo de garganta, y ves que los años alcanzaron tu cabello, las manos son frágiles y las risas melancólicas.
Me deprimo y es que, no seré otra vez ese niño que recostaba su cabeza contigo.  ¡Ay de la vida! Nos ha acabado ente sonrisas, no desmayes que seré yo el caballero que jurará protegerte.
Hoy, alegre testigo del pasado, seré recinto de esto en el futuro, ruego a Dios ser tan buen abuelo, honrando el recuerdo de ustedes en mi pecho, sabiendo que siempre los seguiré queriendo.
Ahora, con un nudo en la garganta, memorando risas, jugueteos, abrazos y problemas, sabiendo en mí,  eternamente habrá un “para siempre”, ruego al que está en el cielo, que como ustedes, pueda ser semillero de buenos momentos.

Caloca Lafont Omar