Buscar este blog

viernes, 20 de septiembre de 2013

Desperté

Nos encontrábamos allí, como siempre, yo viendo las nubes con un deseo de hallar respuesta; entre reojo veía tu mirada, quisquilloso me fui acercando, las manos un tanto entre lazadas, el cabello era la oportuna caricia sobre nuestras caras y entre cerrando las miradas, la respiración era un Nirvana: nos acercábamos. El reloj se detuvo, un ligero giro a la cabeza, un roce de pieles inesperadas, el deseo silenciado por lo inoportuno de nuestro encuentro cuando el cosquilleo de tu boca, me enloquecía. Una mano guíandose por la caída de tu cabello, la otra, flotando sobre el cielo de tus dedos: esperar era pecado, tanto como el pensar. Sintiendo, continuaba sin dudas, el frote suave y el anhelo de tus labios me susurruaban un "te amo" que sólo podía ser interrumpido por el abrazo que deseaba dar a tu boca y en los últimos milímetros del encuentro, a punto de pactar ese beso eterno...
Una voz llamando a mi nombre me hizo abrir los ojos y voltear, darme cuenta que estabas a mi lado y no había sucedido nada, que era un sueño que tú misma habías interrumpido. Desperté

No hay comentarios: